Mascarillas y aerosoles

Según va avanzando el tiempo, desde el inicio de la pandemia del Sars-Cov2, se hace más eco del contagio del virus vía aerosoles con lo que el uso correcto de la mascarilla es importante. Tanto la correcta mascarilla a utilizar como su correcto ajuste en conjunto con el resto de medidas de prevención, como la ventilación de los espacios cerrados, es más importante de lo que al principio de la pandemia creíamos que era para evitar el contagio.


Las mascarillas son la barrera para evitar el contagio no solamente del actual virus culpable de la COVID-19, también son una medida de prevención para otras enfermedades de trasmisión aérea, además de usarse de Equipo de Protección Individual (EPI) según el tipo de mascarilla. Estábamos acostumbrados a ver a los profesionales sanitarios, médicos, dentistas, hospitales, etcétera usando mascarillas para evitar posibles contagios, usando principalmente la que conocemos como mascarilla quirúrgica. También el uso de la mascarilla estaba bastante extendido y cada vez más por personas con problemas de alergias, sobre todo en periodos en los hay más polen o en primavera, esta patología ronda entre el 20 y el 30% de la población, además de el uso de la mascarilla como barreta ente el polvo y la contaminación como humos de vehículos. Para éste último caso suelen utilizarse mascarillas de filtrado de carbono, no destinadas al filtrado del virus Sars-Cov2 por su tamaño. Al igual que la alternativa al uso de la mascarilla para evitar la entrada del polen a nuestro sistema respiratorio como son los filtros nasales, pero hay que tener en cuenta también que este sistema no protege del posible contagio por el coronavirus. Ya que las mascarillas destinadas a la protección alérgica y los filtros nasales suelen estar fabricados para evitar el paso de los pólenes que tienen un tamaño superior al virus.



Al igual que, cada vez en el mercado tenemos disponibles más mascarillas de diferentes marcas, también hay más mascarillas falsas o que no cumplen con los requisitos para ser efectivas en la protección. Si tienes dudas sobre tu mascarilla, consulta nuestra sección de Mascarillas no conformes donde se listan las mascarillas que las autoridades han publicado por no cumplir los requisitos.

 

¿Qué son los aerosoles?

Los aerosoles son micropartículas que expulsamos al hablar, toser, estornudar,... son tan pequeñas estas micropartículas o gotitas, según queramos referirnos a ellas, que pueden permanecer flotando en el aire durante horas. Y en ellas se pueden portar el coronavirus. Al hablar emitimos diez veces más aerosoles que al respirar y al gritar o cantar emitimos 50 veces más que al respirar. Por ello, se recomienda, que además del uso de mascarilla con el mejor ajuste posible se mantenga silencio en lugares cerrados, como por ejemplo en el transporte público (autobús, metro...).

Esta información está documentada y afirmada por científicos de todo el mundo, quienes demuestran que una persona hablando puede generar tantas gotitas de aerosoles como al toser, la diferencia está en la velocidad con la que las expulsamos. 239 científicos de 32 países enviaron a la OMS (Organización Mundial de la Salud) un escrito pidiendo que se considerara la transmisión del coronavirus SARS-Cov2 vía aerosoles. La CDC (Centro de control y prevención de enfermedades de Estados Unidos) tiene incluido en su información referente los aerosoles como medio de transmisión. En otros países se van añadiendo esta evidencia científica a su información referente a la prevención de medios de contagio del virus.

 

Uso de la mascarillas y aerosoles

El uso de la mascarilla es un método de prevención ante el contagio por el SARS-CoV2 y está previsto que sea a largo plazo. Por ello, es conveniente saber el por qué de su uso.

No es la primera vez que se debe usar mascarillas en la sociedad para prevenir contagios de enfermedades. La función básica de la mascarilla es el filtrado del aire que inhalamos y exhalamos, siendo la propia mascarilla la que retiene las partículas evitando que entren en nuestras vías respiratorias o tengan contacto con mucosas de nuestro cuerpo. Estas partículas tienen distintos tamaños, dependiendo de cual sea, desde las más pequeñas como el coronavirus a las más grandes, las gotas de saliva que se conocen como los proyectiles, ya que son directas, rápidas y visibles a simple vista. El uso de la mascarilla no hace que haya una falta de oxígeno como se dice en alguno bulos en las redes sociales.

El principal "medio de transporte" por el que transmite el virus son las partículas que exhalamos al hablar, cantar, respirar, toser, estornudar... ya que expulsamos gotitas de saliva y aerosoles que pueden contener el virus, el tamaño del SARS-CoV2 es de entre 60 y 140 nm, las partículas de los aerosoles son de entre 200nm y 10000nm de diámetro, las cuales una mascarilla N95, KN95, FFP2 y FFP3 filtran como mínimo el 95% de las partículas mayores de 300nm, siempre que la mascarilla esté en perfectas condiciones, como su tiempo de uso adecuado, limpieza, evitar que se moje y muy importante el ajuste a la cara.

Cuanto menor sea el número de virus que puedan llegar a nuestro aparato respiratorio, menor es la probabilidad de contagio, de ahí la importancia de usar mascarillas, ya sea de tela (mascarillas higiénicas) las cuales su eficacia de filtrado es muy inferior a mascarillas quirúrgicas, KN95, FFP2...

Entre las mascarillas de filtrado de partículas están las mascarillas no conformes que pueden tener un nivel de filtrado desde nulo, muy bajo o medio, muchas de ellas en torno al 40 y 60%, esto significa que no realizan la protección de deberían según su información o la clasificación que indica el fabricante. Otros tipos de disconformidades pueden ser el ajuste de la mascarilla a la cara, ya que un detalle muy importante es que la mascarilla haga un ajuste hermético para evitar el paso del aire entre ella y la cara.

Las partículas de los aerosoles más grandes-pasados tardan menos tiempo en caer al suelo o superficies, pero las partículas más ligeras pueden permanecer bastante tiempo en el ambiente, estimándose hasta dos horas.  Estas partículas de distintos tamaños son expulsadas por las personas en cantidades de miles de gotas al hablar, alzar la voz, toser, estornudar, cantar, e incluso en ciertos tipos de respiración como en la realización de ejercicios físicos. De ahí la importancia de combinar el uso de la mascarilla con el resto de medidas a realizar para evitar la transmisión del virus vía aérea con distancia, higiene y ventilación.

En el uso de la mascarilla hay que evitar su manipulación porque podemos ensuciarlas o contaminarlas si se realiza sin desinfectar o lavar las manos adecuadamente. También puede que haya partículas con el virus en el exterior de la mascarilla y al tocarla trasladarlos a otros lugares pudiendo ocasionar el contagio si llegan a tener contacto con las mucosas de nuestro aparato respiratorio.

Si una mascarilla se moja hay que desecharla y reemplazarla porque el agua o líquido atraviesa los filtros y puede llevar el virus al interior de la mascarilla.

Hay estudios científicos que dicen que no hay diferencia entre la proyección con el uso de una mascarilla quirúrgica y una mascarilla N95. También hay estudios científicos que dicen todo los contagios, que la protección con N95 es superior a las mascarillas quirúrgicas. Aún así la proyección no debe ser solamente por medio de que la mascarilla forme una barrera delante de nuestra boca y nariz, si no que debe de ajustar en la cara realizando una protección hermética para evitar el paso del aire que contenga aerosoles con el virus. La mayor información publicada sobre el índice de protección de las mascarillas higiénica, quirúrgica y N95/FFP2 indican que si hay diferencia entre todas ellas.

Recordad que la protección con mascarilla debe de ir acompañada principalmente con las siguientes medidas:

  • Ventilación de lugares cerrados. A poder ser permanecer en ellos el mínimo tiempo posible o en espacios exteriores.
  • Distanciamiento, mantenerse a una distancia mínima de dos metros entre personas.
  • Protección ocular, unas gafas de protección o pantalla facial son muy recomendadas para evitar que el virus pueda entrar en contacto con los ojos. Importante saber que la pantalla facial NO sustituye al uso de la mascarilla.
  • Higiene adecuada de las manos, ya sea con lavado meticuloso con agua y jabón o gel hidroalcohólico.
  • Ajuste de la mascarilla.
  • Y limitación de relaciones sociales.

 

Volviendo al inicio de lo indicado en este artículo hay que tener en cuenta que el virus se trasmite también por aerosoles. Es decir, se mantiene flotando igualmente que el humo. Cada vez más organismos oficiales y gobiernos de diferentes países van reconociendo esta vía de trasmisión.

El uso de purificadores de aire con filtrado HEPA es una buena opción para eliminar el virus del aire en lugares cerrados sin la suficiente ventilación. Hay disponible un sitio Web donde podemos calcular qué filtrado HEPA necesitamo según el espacio donde se vaya a utilizar. Además de la correcta higiene de las superficies de contacto, como manillas, interruptores y objetos de uso común. Para el cálculo de metros cúbicos por hora de un purificador HEPA debemos coger el CADR y multiplicarlo por 60, ese resultado dividirlo por el volumen (área del techo por altura del techo) del espacio (habitación, estancia, sala...) . Si el resultado es 1 por hora, es similar a la tasa de intercambio de aire con el exterior. Os mostramos un ejemplo:

(CADR*60)/volumen = 1

 

Hay que tener en cuenta que el CADR (Caudal de aire limpio)  puede venir expresado por el fabricante en metros cúbicos u otra medida, lo cual se debe tener en cuenta en el cálculo.

 

 

Este ejemplo de cálculo está basado en la información que aporta @PabloFuente en Twitter referente al hilo: https://twitter.com/PabloFuente/status/1292148766498271235

 

 

Pautas para evitar contagios es espacios interiores

Sabemos que el virus se transmite principalmente por el aire, vía aerosoles, lo que supone un gran riesgo permanecer en lugares cerrados sin renovación o limpieza del aire.

¿Qué hacer para reducir el riesgo de contagio del coronavirus en lugares cerrados?:

  • Se debe usar mascarilla ajustada, incluso en lugares que no haya personas pero si haya permanecido alguien en el lugar, ya que los aerosoles pueden permanecer hasta tres horas.
  • En lugares cerrados o poco ventilados evitar alzar la voz, cantar... así como realizar ejercicio, ya que la realización de ejercicio hace que estas acciones hacen que exhalemos mayor cantidad e intensidad los aerosoles.
  • Reducir el número de personas en espacios cerrados, al igual que el tiempo de permanencia.
  • Comer y beber en el exterior ya que durante estas acciones no se puede mantener las vías respiratorias protegidas con la mascarilla.
  • No quitarse la mascarilla para hablar, toser, estornudar.
  • Ventilar el espacio preferentemente con ventilación natural y a poder ser con corriente de puertas y/o ventanas cruzadas. Mantener posteriormente al uso de la estancia la ventilación.
  • En caso de no ser posible la ventilación natural se pueden utilizar la ventilación mecánica con extractores de aire o con filtración con purificadores HEPA.
  • Para saber si la ventilación es correcta se pueden utilizar equipos de medición de CO2.

 

Ventilación de espacios interiores para evitar contagios

Junto al uso de la mascarilla, ventilar es la renovación del aire, sustituyendo el aire interior que puede estar contaminado con aire exterior. La frecuencia de renovación del aire por hora (ACH) podemos medirla de dos formas:

  • Según la frecuencia de renovación, cuya medida es 1 ACH que indica que en una hora entra un volumen de aire exterior al interior igual al volumen de la sala. Con una frecuencia de 3 ACH, es decir, el aire interior se sustituya tres veces en una hora por aire exterior, se consigue un 95% de reemplazo del aire de la sala.
  • También se puede medir por persona y segundo, el valor adecuado de aire que entra del exterior es de 14 litros por persona y segundo.

En la ventilación se debe tener en cuenta no solamente la frecuencia de renovación del aire, también se deben de tener en cuenta la actividad que se realiza y el número de personas, así como la edad de cada una de ellas.

La alternativa a la ventilación natural es el uso de purificadores de aire equipados con filtro HEPA, que filtra el aire contaminado para la eliminación del virus en el aire que hay en la sala. El filtro HEPA debe de ser H13 o superior. También se puede realizar con un filtro MERV13 y un ventilador, haciendo que el paso del aire que mueve el ventilador pase por el filtro.

 

 

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